EL NOMBRE DE LA ROSA

No sabía si poner de título El nombre de la rosa o poner ¡¡Por Fin!!. Hoy, finalmente, he acabado el libro con el que llevo un mes y medio. Se me ha hecho muy laaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaargo...

Hoy, con toda la alegría de haberlo acabado, os presento uno de los clásicos que todo el mundo recomienda, y que está en las listas de libros que hay que leer, del libro que todos hablan..... El nombre de la rosa de Umberto Eco.

Valiéndose de las características propias de la novela gótica, la crónica medieval y la novela policíaca, El nombre de la rosa narra las actividades detectivescas de Guillermo de Baskerville para esclarecer los crímenes cometidos en una abadía benedictina en el año 1327. Le ayudará en su labor el novicio Adso, un hombre joven que se enfrenta por primera vez a las realidades de la vida, más allá de las puertas de su convento. En esta primera y brillante incursión en el mundo de la narrativa, que Umberto Eco llevó a cabo hace ahora treinta años, el lector disfrutará de una trama apasionante y de una admirable reconstrucción de una época especialmente conflictiva de la historia de Occidente.

Cuando empiezo a leer un libro mítico, que está en todas las listas de libros que hay que leer antes de morir, pienso que me tiene que gustar, y sino es que soy un ignorante que no percibe la esencia de la genialidad... Me pasó con Drácula de Bram Stoker, que la idea era genial pero se me hizo muy pesado.

Vuelvo a divagar.... El nombre de la rosa tiene dos historias principales, las cuales de vez en cuando se van entremezclando.  Hay una trama en la cual el protagonista, junto a su maestro, tiene que investigar una extraña muerte que ha sucedido antes de su llegada al lugar donde se centra toda la historia. Toda esta trama es muy interesante, hay misterio, y un pequeño juego de investigación, por el que Umberto Eco nos traslada a las personalidades de los personajes y sus razonamientos. La otra parte, es la historia sobre las disputas entre Luis IV de Baviera y Juan XXII. 

La ambientación es muy buena, Umberto Eco nos traslada a la Italia del siglo XIV y nos relata la situación de la Iglesia en esa época.

El problema es que todo esto se ve totalmente eclipsado por  montones de lineas de descripciones eternas e innecesarias (6 páginas para describir un mural, no se cuantas páginas describiendo un polvete...). Diálogos lentos, largos con lineas de discusiones teológicas parafraseando a cientos de escritores, o interpretando  todos aquellos textos que hacen referencias a la iglesia según les convengan a los personajes... Resumiendo un montón de paja inservible... Se hace lento y tedioso. 

No puedo recomendar un libro que me moría de ganas de acabar, hacía tiempo que no me costaba tanto acabar uno. La historia esta bien, pero es muy duro dejarte trasladar por las divagaciones de Umberto Eco.