Este es un libro de temática fantástica, que me recomendaron en una de esas tiendas frikis que existen. El escritor, conocido como Kiril Yeskov, decidió, a partir del proverbio "La historia es escrita por los vencedores", escribir una historia basada en la muy famosa trilogía de Tolkien, El señor de los anillos.
La guerra ha terminado. Con traiciones y engaños, los bárbaros supersticiosos de la Alianza de Occidente, ayudados por magos de siniestras intenciones, han vencido al pueblo orco, amante de la paz, industrioso y científico. Ahora comienza la carnicería: a los derrotados dispersos les espera el amargo camino de vuelta a casa, hostigados por las patrullas de elfos que buscan eliminar hasta al último orco, hombre, mujer y niño, designados por una propaganda perversa como raza caníbal, maldita y a exterminar. Pero de las cenizas de la catástrofe todavía puede extraerse un resquicio de esperanza. Si la misión encomendada a nuestros protagonistas tiene éxito, las tornas pueden volverse, y habrá llegado la hora de la revancha de los orcos.
Kiril Yeskov nos muestra desde el lado de los perdedores el más famoso universo de la fantasía, en una parodia sorprendente, divertida y amena que ya es un éxito internacional.
Se trata de una novela con puntos de humor, un homenaje a al mundo de fantasía creado por Tolkien. En el mundo de Tolkien se nos presentan a los elfos como los buenos de la historia, pero ¿Y si no fuera así? ¿Y si los buenos eran las tropas de Auron? (Es muy divertido leer los nombres con pequeñas variantes que ha incluido el escritor). Pues esta novela nos explica el punto de vista de los orcos, después de la gran batalla de Minas Tirith.
Para ser sincero, diré que me costó bastante centrarme mientras estaba leyendo este libro. Me costaba acostumbrarme a que los orcos fueran los buenos, eso es porque ha habido demasiados ataques en los libros de fantasía contra estos adorables seres.
La historia es entretenida, pero El último anillo, no forma parte de mis libros favoritos. Léelo si siempre has pensado que los orcos no podían ser tan malos y quieres reír un rato con los nombres modificados y entretenerte con una historia aceptable.
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