Se trata de dos novelas diferentes sin relación en ellas excepto un punto que tienen en común. Una de ellas está situada en el siglo XIV y la otra en la época del holocausto nazi.
El libro está muy bien escrito, con expresiones muy cuidadas. Chufo Lloréns va intercalando las dos historias, dejándote en cada cambio con la incertidumbre. Creo que el escritor se documentó perfectamente añadiendo más realismo a las historias. Las dos novelas son muy interesantes y te transmiten sensaciones bastante fuertes. Se lee con soltura sin grandes rollos innecesarios.
Es un autor del cual me he leído cuatro obras, y me ha dejado muy buen sabor de boca. Es posible que, en algún momento, vuelva a encontrarme con alguna de sus obras y de nuevo me dejaré sorprender por Chufo.
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